Pobreza energética: Así son las ayudas que ofrecen los países de la UE

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En la semana contra la pobreza energética hay que destacar que según el estudio Pobreza Energética 2018, elaborado por la Asociación de Ciencias Ambientales, cerca de seis millones de personas en España tienen dificultad para mantener su vivienda caliente y pagar las facturas de la luz y el gas.

Este problema es la principal consecuencia de lo que se conoce como pobreza energética, es decir, aquella situación en la que los ingresos de una familia no son suficientes para pagar la energía necesaria para la satisfacción de las necesidades domésticas.

Según establece el Observatorio Europeo de la Energía, los factores fundamentales que provocan esta situación son los bajos ingresos del hogar, la calidad insuficiente de la vivienda y los precios elevados de la energía.

En Selectra, hemos realizado un estudio tomando como referencia 5 países miembros de la Unión Europea- Francia, Italia, Portugal, Reino Unido y Bélgica- para comparar los distintos modelos de ayudas que recibe cada uno en materia energética por parte de sus gobiernos. Este es el resultado de la comparativa con nuestro país:

España

El Gobierno de España combate la pobreza energética con la aplicación del bono social, un descuento que se aplica en la factura de la luz, que implica una reducción de entre el 25% y el 40% para las personas que se benefician de él.

Para poder beneficiarse del bono social hay que cumplir dos requisitos principales. El primero es contar con una tarifa PVPC -nombre dado al mercado regulado de electricidad-, que solo se puede contratar con una potencia igual o inferior a 10kW y el segundo es pertenecer a uno de los tres grupos siguientes, establecidos por el Gobierno: consumidor vulnerable, consumidor vulnerable severo y consumidor vulnerable en riesgo de exclusión social.

Consumidor vulnerable
(1º Grupo)
-Ingresos anuales iguales o inferiores a 11.279 euros.

-Si hay un menor en la familia, 15.039 euros; si hay dos, 18.799 euros.

-Familias de más de 5 miembros (no se le tienen en cuenta los ingresos anuales).

-Pensionistas que no perciban el importe mínimo y no reciban ayudas superiores a 500 euros anuales.

Todas estas personas reciben un 25% de descuento en la tarifa energética.
Consumidor vulnerable severo
(2º Grupo)
-Personas o familias con ingresos anuales inferiores o iguales al 50% de los del primer grupo.

-Familias numerosas con ingresos anuales iguales o inferiores a 15.039 euros.

-Pensionistas con ingresos anuales inferiores a 7520 euros.

Todas estas personas reciben un 40% de descuento en la factura de la luz.
Riesgo de exclusión social
(3º Grupo)
-Personas o familias con ingresos anuales inferiores o iguales al 50% de los del primer grupo.

-Personas que cumplen con los requisitos del segundo grupo y, además, son atendidos por los servicios sociales mediante la financiación del 50% del importe de la factura energética.

En España, el bono social está actualmente disponible para la electricidad, pero existe una ayuda similar aplicada al gas y directamente relacionada con la ayuda a la electricidad, aprobada el pasado mes de octubre de 2018 (Real Decreto-Ley 15/2018).

Este bono social térmico es una ayuda directa destinada a compensar los costes de suministro de energía para usos térmicos como la calefacción, el agua caliente y la cocina. El importe varía entre un mínimo de 25 euros y un máximo de 124 euros que se reciben de un solo pago. El importe a percibir se establece en función de dos criterios: la zona climática en la que se encuentra la vivienda y el grado de vulnerabilidad del beneficiario.

Hasta diciembre de 2016, la ley establecía que las empresas capaces de generar, distribuir y vender la electricidad (Comercializadoras de Referencia) debían pagar por el bono social. Actualmente, esta ayuda es financiada por todas las empresas proveedoras en función de su cuota de mercado.

De alguna manera, todos los clientes pueden pagar por ella porque muchas compañías proveedoras generalmente incluyen el coste de la misma en sus tarifas.

Francia

En el caso de Francia, el Gobierno ofrece a los colectivos más vulnerables el denominado cheque de energía, que permite a los colectivos vulnerables pagar por la energía en cualquier forma (electricidad, gas, combustible, propano, etc.) y/o ayudarles a reducir su consumo gracias a los trabajos de aislamiento (suelo, paredes, ventanas, techo,...). Actualmente, 5,8 millones de hogares franceses tienen derecho a esta ayuda.

Los hogares son seleccionados por el Estado teniendo en cuenta su situación financiera y el número de personas que viven en la vivienda. La cantidad de la que se puede disponer con el cheque de energía oscila entre los 48 y 227 euros.

Este cheque está subvencionado por dos impuestos: el CSPE -contribución al servicio público de electricidad- y el TICGN - impuesto interno sobre el consumo de gas natural-.

Para beneficiarse del cheque de energía, los hogares tienen que cumplir con varios requisitos fiscales. El principal es que los ingresos sean inferiores a 7.700 euros por unidad de consumo. Esta unidad de consumo (UC) se establece de la siguiente manera:

  • Primer individuo en el hogar: cuenta como "1" UC.
  • Segundo individuo en el hogar: cuenta como “0,5 “UC.
  • A partir del tercer individuo: 0,3 UC.

Portugal

En Portugal, las llamadas tarifas sociales se aplican tanto para la electricidad como para el gas natural aunque los descuentos son diferentes: 33,8% para la electricidad y 31,2% para el gas natural.

Todas las empresas están obligadas a ofrecer estas tarifas y lo hacen de manera automática. En el caso de que la Dirección General de Energía y Geología, la Seguridad Social y la Agencia Tributaria identifiquen a una persona con derecho a recibir la tarifa social, lo comunicarán a la empresa distribuidora y se aplicará automáticamente el descuento.

Las condiciones necesarias para ser beneficiario de las tarifas sociales son:

Electricidad Estar en una situación de vulnerabilidad económica confirmada por la Seguridad Social y recibir algún tipo de ayuda social como: pensión de invalidez, renta de inserción social, etc.

-Tener un ingreso anual de 5.808 euros (o menos) y tener una persona dependiente bajo su protección.
Gas natural

-Estar en una situación de vulnerabilidad económica confirmada por la Seguridad Social y recibir algún tipo de ayuda social como: pensión de invalidez, renta de inserción social, etc.

-Ser el propietario del contrato.

-Usar el gas natural sólo para consumo doméstico.

-Tener un contrato de baja presión con un máximo de 500m³.

Reino Unido

En el Reino Unido existen ayudas diferentes de acuerdo a diversos criterios y no relacionadas únicamente con la renta. Estas son algunas de las situaciones en las que se utilizan este tipo de ayuda:

  • Un plan de respaldo por el gobierno entre noviembre y marzo para las personas con bajos ingresos que vivan en cualquier zona donde la temperatura se sitúe por debajo de los cero grados durante 7 días consecutivos. Para ellos se establece una ayuda de 25 libras por cada semana a esa temperatura.
  • Ayuda para ancianos con problemas para pagar la factura durante el invierno. Esta ayuda oscila entre 100 y 300 libras.
  • Descuentos en las facturas, ya emitidas, para personas con pocos recursos o en situación de desempleo.

Estas ayudas están disponibles tanto para la electricidad como para el gas. Algunas de ellas son pagadas por los proveedores de energía, mientras que otras son financiadas por el Gobierno. Sólo los proveedores con más de 150.000 clientes están obligados por ley a ofrecer la Obligación de la Compañía de Energía y el Descuento por Hogar Cálido.

Italia

Al igual que en España, Italia ofrece un bono social para las personas con mayores dificultades económicas. Sin embargo, va un paso más allá, ya que existen tres tipos de bonos sociales: el eléctrico, el del gas y el del agua.

El Gobierno italiano es el que financia el bono social a través de los presupuestos del Estado y los impuestos de las facturas eléctricas. Todas las compañías están obligadas a ofrecer esta deducción, ya que está regulado por el Gobierno.

Las condiciones necesarias para ser beneficiario del bono social en Italia son:

Electricidad -Los titulares de la factura de la electricidad con ingresos inferiores a 8.107,5 euros para todo tipo de familias y de menos de 20.000 euros para familias grandes con al menos 4 hijos dependientes.

-Todas las personas que padezcan una enfermedad grave, que requiera un dispositivo médico especial que dependa de la energía para sus condiciones de salud, o que convivan con una persona que padezca tal enfermedad.
Gas natural -Los titulares de la factura de la electricidad con ingresos inferiores a 8.107,5 euros para todo tipo de familias y de menos de 20.000 euros para familias grandes con al menos 4 hijos dependientes.

-Los clientes con un medidor de gas con una potencia que no exceda la "clase G6".

Bélgica

El Gobierno de Bélgica ofrece una tarifa social que se aplica a la factura de la electricidad y a la factura del gas. Para beneficiarse de la tarifa social, hay que ser un "cliente protegido".

Hay dos categorías principales de cliente protegido: Cliente protegido federal y Cliente protegido regional. Los clientes protegidos por el gobierno federal se benefician automáticamente de la tarifa social. La elegibilidad y la información sobre los que están protegidos se actualiza cada 3 meses. Por lo tanto, sólo se puede empezar a ser un cliente protegido el 1 de enero, el 1 de abril, el 1 de julio o el 1 de octubre. Los clientes protegidos regionales no se benefician automáticamente de la tarifa social. Para beneficiarse de la tarifa social tienen que ser proporcionados por los distribuidores (no por un proveedor normal) y enviar un certificado a su distribuidor diciéndoles que ahora se benefician de la condición de "cliente regional protegido".

Se pueden beneficiar de esta ayuda aquellas personas con algún tipo de subsidio público, como puede ser ayuda por discapacidad, jubilación o inquilinos de viviendas sociales y los clientes protegidos federales. Estos últimos se pueden beneficiar si lo han solicitado a la empresa distribuidora.

Tanto el Gobierno como las comercializadoras son los que financian estas ayudas sociales. Si el cliente, a pesar de tener una tarifa social, todavía no puede pagar sus facturas de electricidad y/o gas, el distribuidor puede instalar un medidor de presupuesto. Este medidor funciona como una tarjeta telefónica de prepago y el cliente tendrá que pagar su energía por adelantado.

Además, en circunstancias excepcionales, el CAPS (Centro de Acción Pública Social) puede pagar las facturas de energía de los consumidores más vulnerables que no pudieron hacer frente a las mismas.