Claves para poner a punto tu caldera antes de la llegada del frío

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El pasado 23 de septiembre cambiamos de estación, regresando el otoño y a la bajada de las temperaturas, lo que implica que pronto tendremos que volver a encender la calefacción. Antes de la llegada del frío, es recomendable realizar un mantenimiento de la caldera pero, ¿cada cuánto tiempo hay que revisarla? ¿Es obligatorio hacer la inspección?

 ¿Cada cuánto tiempo hay que revisar la caldera?

El Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE) recoge que es obligatorio cada dos años en aparatos de hasta 70kW realizar la revisión de la caldera de gas.

Esta revisión es fundamental para asegurar que se encuentra en buen estado y garantizar la seguridad de la vivienda. La obligación de revisar la caldera cada dos años recae sobre el propietario que es el responsable de solicitarla.

Un técnico autorizado será la persona encargada de verificar que la caldera está en buen estado y será el cliente quien elija si prefiere que lo haga el servicio técnico oficial, una empresa autorizada o el servicio técnico de una comercializadora.

Las comercializadoras de gas ofrecen a los clientes servicios de mantenimiento de la caldera de gas. Estos suelen incluir la revisión de la caldera y coberturas ante posibles averías.

 ¿Cuánto cuesta y en qué consiste la revisión obligatoria de la caldera de gas?

Normalmente la revisión de la caldera suele tener un coste aproximado de 100 euros pero es aconsejable que el cliente pida presupuesto a una empresa autorizada. Las razones por las que hay que realizar un mantenimiento de la caldera cada dos años son las siguientes:

  • Asegurar su buen estado y conservación
  • Sustituir piezas desgastadas o defectuosas
  • Comprobar su rendimiento y la temperatura de la calefacción
  • Garantizar la seguridad de los hogares

 ¿Cuál es la mejor época para realizar la revisión de la caldera?

Finales de verano y principio de otoño son las mejores épocas del año para realizar la limpieza y revisión de las calderas, ya que estas aún siguen apagadas. Todo ello ayudará a garantizar la seguridad de la instalación y optimizar al máximo el consumo energético, así se conseguirá también reducir el gasto derivado de su uso en invierno. Estas inspecciones ayudarán a alargar la vida útil de la caldera y a prevenir posibles averías durante los meses más fríos.