Día Mundial de la Eficiencia Energética: cómo reducir el consumo de energía

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Cada 5 de marzo se conmemora el Día Mundial de la Eficiencia Energética, una fecha que se celebra desde 1998 con motivo de la reunión que tuvo lugar en Austria, entre más de 350 expertos y líderes de 50 países, con el fin de buscar soluciones al abuso que hacemos de los combustibles fósiles y a la crisis energética mundial.

En esta primera Conferencia Internacional de Eficiencia Energética, se asentaron las bases para proteger el medio ambiente mediante la reducción del consumo energético, empleando los mínimos recursos posibles, realizando un consumo inteligente, reciclando y mejorando los procesos para obtener energía.

Puesto que la mejor energía es la que no se consume, recopilamos algunas medidas que los consumidores pueden llevar a cabo para reducir su consumo de energía:

Medidas de eficiencia energética para los consumidores

La falta de concienciación entre los consumidores es uno de los principales problemas para la eficiencia energética. Por este motivo, y gracias a pequeños gestos cotidianos, entre todos podemos contribuir a frenar, en la medida de lo posible, las emisiones de CO2 y conseguir un ahorro energético considerable. Para ello te recomendamos:

  • Apagar las luces de las habitaciones que no se estén usando y sustituye tus bombillas por otras LED, ya que el consumo de estas es mucho menor. Una bombilla LED estándar consume 7W frente a los 54W de las halógenas, las cuales se retiraron pero siguen estando en algunos hogares.
  • Acondicionar el hogar para la llegada del frío o del calor, revisando el aislamiento de puertas y ventanas.
  • Apagar los electrodomésticos y aparatos como la televisión o el ordenador si no se van a utilizar en un largo período de tiempo.
  • Mantener la vivienda a la temperatura adecuada. Utiliza la calefacción o el aire acondicionado de la forma más eficiente posible (no superar los 21ºC para la calefacción y no bajar los 26º para el aire acondicionado).
  • ¡Cocinar con ojo! Si usas el horno, es recomendable apagarlo completamente antes de sacar la comida para aprovechar el calor que acumula durante los últimos minutos de cocción, ya que es uno de los aparato eléctricos que más gasta debido a la generación de calor. Lo mismo ocurre con las sartenes y ollas.
  • Usar los electrodomésticos de manera eficiente y cumpliendo los requisitos de diseño ecológico. Para, ello será necesario que todos los aparatos eléctricos cuenten con el etiquetado de eficiencia energética.

¿Cómo es el etiquetado de eficiencia energética de los electrodomésticos?

Las etiquetas de eficiencia energética son adhesivos que indican el grado de consumo de los aparatos eléctricos, establecidos por una escala de la letra A a la G. Sin embargo, en la clasificación vigente, estos aparatos están etiquetados con un baremo que dentro de la letra A varía entre A+, A++ y A+++, siendo esta última la que menos energía consume.

Pero esta ordenación tiene los días contados ya que, debido a una iniciativa impulsada por la Comisión Europea, va a ser sustituida por otra que incluirá una escala de la A a la G, que entrará en vigor en 2021.

Además a partir de 2021, en algunos productos también se informarán sobre el agua utilizada por cada ciclo de lavado, la capacidad de almacenamiento y la cantidad de ruido emitido.

Los aparatos eléctricos que están obligados por la Unión Europea a llevar estas etiquetas son, concretamente: frigoríficos y congeladores, lavadoras y secadoras, lavavajillas, horno eléctrico, aparatos de aire acondicionado y lámparas domésticas.

La nueva etiqueta será una herramienta crucial para ayudar a los consumidores a optar por los productos más eficientes energéticamente y ahorrar dinero. Según la Comisión Europea, este nuevo sistema ayudará además a ahorrar hasta 200.000 millones de kilovatios por hora, el equivalente al consumo energético de un año de los países bálticos.

Aunque para comprar los electrodomésticos más eficientes es necesario hacer un mayor desembolso económico que para otros de consumo más elevado, se recomienda apostar por los de mayor calificación energética puesto que, a largo plazo, el usuario que adquiera este tipo de aparato eléctrico acabará ahorrando más en la factura de la luz.