4 trucos para controlar tus finanzas: Haz frente al sesgo de presente

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sesgo del presente

El 2022 acaba de comenzar y toca hacer balance. En esta época, la mayoría de las personas reflexionan y establecen nuevos retos y propósitos para el nuevo año sobre todo en materia de ahorro y salud. Sin embargo, muchos de estos objetivos no se cumplen pero, ¿por qué suele ocurrir esto? Aquí entra en juego la definición del sesgo del presente.

¿Qué es el sesgo del presente?

El sesgo del presente tiene lugar cuando el cerebro hace que tendamos a dar más importancia a lo actual en lugar de pensar en el futuro, es decir, impide que pienses en el beneficio que puedes obtener a largo plazo, ya que en su lugar prevalece la gratificación inmediata. 

En el caso de las finanzas, el sesgo del presente hace que no le des tanta importancia al ahorro, provocando que gastes más y que pospongas indefinidamente tus planes para tener una buena salud financiera a largo plazo, simplemente, porque encuentras beneficios inmediatos más placenteros.

¿Cómo hacer frente al sesgo del presente?

Toma nota de estos consejos:

 Cuida tu consumo. Hay gastos que se corresponden con necesidades básicas, como es el caso de la luz, el agua y el gas, que no pueden suprimirse. Sin embargo, puedes reducir su consumo haciendo un uso responsable de ellos.

  • Mantén tu vivienda a la temperatura adecuada. Para ello, te aconsejamos regular el termostato a unos 21º de temperatura.
  • También te recomendamos lavar a baja temperatura.
  • Apaga las luces de las estancias de la vivienda en las que no se encuentre nadie.
  • Recuerda desenchufar aquellos electrodomésticos y aparatos electrónicos que se puedan en lugar de dejarlos en stand-by.

 Paga en efectivo. En vez de usar la tarjeta de crédito, te recomendamos que pagues en efectivo, ya que podrás controlar mejor el desembolso que haces y no comprarás aquello que no te puedes permitir.

 Cuidado con las rebajas. Para ello, es importante conocer cuál es el precio real del producto antes de estar rebajado para comprobar que el descuento que se ofrece al cliente es real.

 Compara precios. Comparar y comprometerse a cambiar a un servicio más barato por las mismas prestaciones es algo que no hacemos porque consideramos que la cantidad no es muy elevada. Sin embargo, todo suma y al final del año el conjunto de todas las cantidades en nuestro bolsillo puede rondar los 300 o 400€.