Ventajas y desventajas del renting de coches

Según la Asociación Española de Renting de Vehículos (AER), en lo que llevamos de 2021, las matriculaciones de vehículos de renting han superado las 176.000 unidades, un 37,14% más que en el mismo período de 2020.

Pero, ¿es realmente la opción más rentable para tener un coche?

El renting es un tipo de contrato de alquiler de larga duración, que habitualmente suele ser por un período que oscila entre los dos y cinco años, en el que se puede obtener un vehículo nuevo pagando una cuota mensual.

Según la Asociación Española de Renting de Vehículos, esta es la “mejor solución para disponer de un vehículo sin la atadura que conlleva tenerlo en propiedad”. Analizamos las ventajas e inconvenientes de este sistema.

La principal ventaja que ofrece el renting de vehículos es que no hay que desembolsar una gran cantidad de dinero para adquirir el vehículo ya que, normalmente, cuando se compra un coche hay que realizar una entrada inicial que suele ser del 10% del valor total del vehículo. En el caso del renting, el gasto se reparte en cuotas.

Otra ventaja es que el pago de la cuota mensual cubre también servicios como el mantenimiento del vehículo, averías, asistencia y mantenimiento en carreteras y seguro a todo riesgo.

A nivel fiscal, tanto empresas como autónomos pueden beneficiarse de deducir un alto porcentaje del coste de renting en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) o en el Impuesto sobre Sociedades, si justifican que la actividad del vehículo está asociada a su actividad profesional.

También muchas empresas ofrecen al usuario la opción de, una vez que finalice el contrato de alquiler, la posibilidad de comprar el coche. Sin embargo, esta no es la mejor opción porque al final le saldrá más caro al usuario que si lo hubiera comprado.

A pesar de las muchas ventajas que conlleva el renting, también existen una serie de inconvenientes. Uno de ellos es que al ser un coche alquilado, el número de kilómetros que se puede recorrer es limitado. Normalmente, el máximo suele ser de 10.000 a 20.000 kilómetros anuales. Si el usuario supera esta cantidad está obligado a pagar una penalización.

Otra desventaja es que es obligatorio acudir a talleres oficiales y que, en caso de que el usuario quiera rescindir el contrato antes de lo estipulado, se verá obligado a pagar alguna penalización que normalmente equivale a la mitad de las cuotas quedan aún por pagar.